Tanto los gatos machos como las hembras rocían la orina como una forma de marcar sus territorios. La fumigación es más común en gatos que no están castrados y en hogares con muchos gatos.
Muchas personas piensan que la fumigación de gatos significa que hay un problema con el animal que usa la caja de arena, pero en realidad es un problema con la comunicación entre dos animales que se consideran gatos alfa. En la naturaleza, los gatos tienen sus propios territorios y no viven en grandes paquetes entre sí. Para reclamar sus territorios de caza y de vida, rocían para advertir a otros gatos que no se entrometan en lugar de pelear entre sí. Si su gato tiene un problema de fumigación, significa que tiene un problema con un nuevo gato en la casa.