Los humanos siempre han creído que existe una conexión entre la luna llena y el comportamiento errático, pero no hay pruebas científicas de que este sea el caso. Aunque no existe evidencia real de que la Luna esté loca. Haciendo poderes, muchos continúan creyendo que las dos cosas están conectadas. Esto se conoce como "correlación ilusoria", en la que la gente imagina que ve una conexión lógica donde no hay una.
Esta correlación ilusoria puede verse reforzada por la creencia histórica y mitológica de que una luna llena cambia el comportamiento humano de una manera u otra. Sin embargo, algunos creen que las lunas llenas están acompañadas de eventos que pueden verificarse mediante estadísticas, como el aumento de los suicidios o la aparición de ataques epilépticos, pero no hay pruebas documentadas de que esto sea realmente cierto.
Los científicos han desacreditado estudios que intentan mostrar un vínculo entre la fase lunar y un conjunto particular de comportamiento humano. En realidad, los poderes de persuasión de la Luna parecen estar principalmente limitados a su impacto en las mareas oceánicas de la Tierra, que están fuertemente influenciadas por la atracción gravitatoria de la Luna.