La evidencia recopilada por los investigadores sugiere que algunas enzimas son reutilizables. Los investigadores recolectan, cosechan o modifican enzimas para realizar investigaciones y para diferentes aplicaciones según sea necesario.
Investigadores de la Universidad de Clemson encontraron una forma de recolectar y reutilizar enzimas biológicamente activas. Las enzimas pasan por un proceso de purificación que implica el aislamiento de una mezcla de compuestos después de establecer su función, composición e interacciones. Los objetivos colocados en las nanopartículas, como las fuentes de alimentos, actúan como cebo para unir las enzimas. Luego, los investigadores congelan las enzimas en su lugar y eliminan las partículas. Creen que esto podría ser una herramienta valiosa en la investigación del cáncer.
Además, los científicos internacionales han desarrollado un nuevo método para mejorar las propiedades de las enzimas. Las enzimas modificadas pueden ayudar a eliminar sustancias químicas tóxicas que no son biodegradables. Según Nature Chemical Biology, los científicos usan modificaciones genéticas para ayudar a acelerar las funciones de las enzimas. El nuevo método utiliza experiencia computacional especializada para modificar túneles de acceso que conectan los sitios activos de las enzimas con sus superficies, lo que altera el acceso a las sustancias tóxicas. Las enzimas funcionan mejor y más rápido que sus contrapartes originales.
Además de las sustancias degradantes, esta modificación del método de túneles puede ayudar en las áreas de aplicación biomédica, química y de alimentos.