La lluvia puede dañar el cuero si no se aplican aceites a la superficie. Una vez que el cuero se seca después de estar mojado, se puede estropear y es imposible de reparar.
Después de que el cuero se empape con la lluvia, deben agregarse aceites terapéuticos a la superficie antes de que se pueda secar. Los aceites ayudarán a acondicionar las fibras ubicadas en lo profundo de la superficie del cuero. La lluvia, o cualquier tipo de agua, probablemente eliminará los aceites existentes, por lo que deben reemplazarse para mantener el cuero en perfectas condiciones.
Este tipo de cuidado del cuero es relevante para cualquier producto de cuero, ya sea una silla de montar, un bolso o zapatos.