Actualmente no hay pruebas científicas de que existan dragones, como se describe en la mitología. Sin embargo, el dragón de Komodo existe y puede crecer hasta 10 pies de largo. Esto llevó a las personas durante los últimos siglos a creer erróneamente que los dragones que respiran fuego eran reales.
Los científicos creen que la mitología de los dragones comenzó como un caso de identidad equivocada al observar fósiles de dinosaurios y animales que parecían aterradores. Los científicos señalan el hecho de que el tamaño de los dragones limita la posibilidad de su existencia debido a las imágenes satelitales, la tecnología de la cámara y la falta de experiencias de testigos creíbles. Mientras que ambas civilizaciones en el este y el oeste tienen dragones en su mitología, las sociedades occidentales tienden a ver a los dragones como amenazas, mientras que las sociedades orientales los veneran.