La Iglesia de Dios no es un culto; es una institución religiosa y una secta del cristianismo. Los seguidores de la Iglesia de Dios se esfuerzan por aceptar la Biblia como su regla de fe, disciplina y gobierno.
La Iglesia de Dios se esfuerza por guardar la verdad pura de la Palabra de Dios. Los miembros creen que el mundo debe recibir el mensaje de Dios y que solo la iglesia puede proporcionar este mensaje. Sin embargo, la Iglesia de Dios trata de no enfocarse solo en las enseñanzas populares de Dios, sino que cree que el evangelio completo debe ser entregado al mundo.
