Un molde se forma cuando un animal fallecido es enterrado por los sedimentos de la Tierra. Cuando el animal comienza a decaer, una cámara permanece en la forma del animal. Se hace un yeso fósil cuando los minerales se depositan en el molde.
Hay dos tipos de moldes creados por un fósil: externo e interno. El molde externo se fabrica cuando los materiales orgánicos de la criatura se desintegran, dejando una huella de la forma externa y las características del animal. Y el moho interno se crea cuando un organismo hueco se llena de sedimentos y minerales después de que muere. A medida que la cáscara se desintegra, queda una huella del organismo en los minerales que crean el fósil.
Aunque los moldes se pueden hacer a través de procesos naturales, muchos de ellos se hacen a través de medios artificiales. Los estudiantes e investigadores crean una mezcla de arcilla y yeso de parís para cubrir el fósil. Se deja secar el brebaje antes de retirarlo. Esto crea una réplica exacta del fósil que es más duradera que el original, lo que permite su manejo y estudio sin comprometer el artefacto original. Estos moldes sintéticos se pueden hacer utilizando moldes externos e internos del fósil.