Según el poeta griego Hesíodo, Medusa vivía en la isla de Sarpedon, en el Océano Occidental, cerca de las Hespérides. El historiador Heródoto luego los colocó en Libia.
Medusa vivía con sus dos hermanas, Stheno y Euryale, en una cueva rodeada de estatuas. Estas estatuas solían ser personas y animales vivos, pero la mirada de las tres gorgonas los convirtió en piedra. Las hermanas de Medusa eran inmortales, pero podían matarla. Después de que el héroe Perseo la decapitara, le dio la cabeza de pelo de serpiente a la diosa Atenea, quien la colocó sobre su escudo. El último hogar de Medusa fue así el escudo de Atenea: la égida.