El apóstrofe más conocido en "Romeo y Julieta" de William Shakespeare se produce en la escena 2 del acto 2, en el que Juliet le pregunta al Romeo ausente: "¿Por qué eres Romeo?" se definirá como cada vez que un personaje habla con una idea personificada o alguien que no está presente, hay varios apóstrofes en la obra.
En "la escena del balcón" de "Romeo y Julieta", una de las escenas más mencionadas en el teatro, Julieta está pensando en voz alta acerca de Romeo. Ella expresa su frustración por el hecho de que él es un enemigo de su familia al preguntar: "¡Oh Romeo, Romeo! ¿Por qué eres Romeo?" En esta línea, ella pregunta por qué se llama Romeo cuando cualquier otro nombre sería menos probable que ofenda a su familia, pero ella no está hablando directamente con Romeo; en cambio, está hablando sola o con la "idea" de Romeo.
Para no confundirse con el signo de puntuación, los apóstrofos literarios ocurren cuando los personajes hablan como si estuvieran dirigiéndose a alguien, pero no tienen a quién dirigirse; Romeo y Julieta es una obra con muchos ejemplos. Es común que estas figuras del habla estén dirigidas por "¡O!" Como en el ejemplo anterior. A veces, los apóstrofes ocurren como exclamaciones emocionales, como en el caso de Romeo "¡Te desafío, las estrellas!" en el Acto 5. Aunque varios personajes en "Romeo y Julieta" tienen apóstrofes, los de Julieta son probablemente los más prominentes; se dirige a Fortune en el acto 3, escena 5, un frasco en el acto 4, escena 3, y finalmente una daga en el acto 5, escena 3.