Según la Sociedad de Gemas y Minerales de San Francisco, el ámbar proviene de árboles de hoja perenne, como los pinos. El ámbar auténtico es una resina de árbol que se ha endurecido durante millones de años.
La San Francisco Gem and Mineral Society explica que el ámbar es el resultado de resina de árbol fosilizada y cristalizada, en lugar de savia, y puede provenir de fuentes que incluyen cerezos, ciruelos o secuoyas. Los pinos son la fuente más común de ámbar. El ámbar de los árboles de secoya es uno de los tipos de ámbar más raros disponibles.
El color del ámbar se basa en las condiciones en las que se formó el ámbar. Por ejemplo, el ámbar rojo intenso generalmente se forma a partir de pinos y secuoyas, mientras que el ámbar verde contiene materiales orgánicos en descomposición. Se pueden encontrar grandes cantidades de ámbar en la región del Báltico.