Un pie es igual a 12 pulgadas; 36 pulgadas es equivalente a 3 pies de largo porque 36 dividido por 12 es tres. Convertir medidas de pies a pulgadas (y viceversa) es un proceso simple que utiliza la multiplicación y la división.
Al convertir de pulgadas a pies, divida la cantidad de pulgadas por 12 para obtener la medida equivalente en pies. Al convertir de pies a pulgadas, multiplique la cantidad de pies por 12 para obtener la medida total en pulgadas. Esta técnica funciona en cualquier conversión de medida, siempre que se conozca el factor de conversión; en este caso, el factor de conversión es 12.