Según Stanford Children's Health, el cráneo del recién nacido consta de cinco huesos: dos huesos frontales, dos huesos parietales y un hueso occipital. Estos huesos se mantienen unidos por un material fibroso conocido como "suturas".
Las suturas en el cráneo de un bebé permiten que los huesos se muevan según sea necesario durante el parto. También se expanden para permitir el crecimiento de los huesos del cráneo y ayudan a que el crecimiento se produzca de manera uniforme, como explica Stanford Children's Health. Las suturas se encuentran en dos puntos principales del cráneo, conocidos como fontanelas. La fontanela típicamente llamada "punto blando" ocurre en la unión de los huesos frontal y parietal y generalmente se cierra a la edad de dos años. La fontanela posterior, que generalmente se cierra dentro de los primeros meses de vida del bebé, se produce entre los huesos parietales y el hueso occipital.
