Una lesión en el ligamento, también conocida como esguince, causa dolor, inflamación y posibles magulladuras, según WebMD. El tipo más común de esguince ocurre en el tobillo, y generalmente ocurre cuando una persona se tuerce o cae de una manera que obliga al pie a salir de su posición típica.
Los esguinces tienen calificaciones que se ejecutan en una escala de I a III, explica WebMD. Un esguince de grado I es uno en el que el ligamento se estira o experimenta un desgarro leve, pero no hay o muy poca inestabilidad articular. Un esguince de grado II es más serio, pero la lágrima aún está incompleta. Un esguince de grado III significa que el desgarro en el ligamento está completo, y aunque el hueso no se rompe, el dolor es similar y la persona no puede poner peso en el pie.
Una persona que desarrolla un esguince menor por lo general puede tratar la lesión en casa al descansar el pie, ponerle hielo, usar compresión y elevarlo, afirma WebMD. Alguien con un esguince más grave debe ver a un médico. El médico puede tomar una radiografía o realizar otras pruebas para observar la gravedad del esguince y debe colocar o inmovilizar el pie para permitir que sane. En algunos casos, la cirugía es necesaria para reparar el desgarro del ligamento, y la terapia física o la rehabilitación también pueden fortalecer el pie.