La terapia génica es un tratamiento que gira en torno a la alteración de los genes dentro de las células para detener la enfermedad, según la Clínica Mayo. Las ventajas incluyen ayudar a las personas a combatir enfermedades o incluso curar su enfermedad, mientras que algunas desventajas son reacciones inmunes no deseadas, infecciones, tumores y células sanas dañinas.
Los investigadores están buscando varias formas de utilizar la terapia génica, como reemplazar o reparar genes mutados y hacer que las células enfermas sean objetivos más fáciles para el sistema inmunológico, explica la Clínica Mayo. Reemplazar genes que no funcionan correctamente o que ya no funcionan en absoluto puede ayudar a tratar ciertas enfermedades. Los genes mutados podrían desactivarse para no promover la enfermedad, y los genes saludables podrían activarse para inhibir la enfermedad. La terapia génica podría usarse para entrenar al sistema inmunológico para que reconozca mejor las células que son una amenaza.
Debido a que los nuevos genes se suministran con un portador que generalmente es un virus, el sistema inmunitario podría atacarlos y causar inflamación o insuficiencia orgánica, señala la Clínica Mayo. Es posible que los virus puedan infectar células adicionales, y si esto sucede, las células sanas podrían dañarse y causar otras enfermedades, incluido el cáncer. Aunque se alteran antes de la inserción, los virus pueden recuperar su capacidad para causar enfermedades una vez que se introducen en el cuerpo. Si los nuevos genes se insertan en el lugar equivocado, podría provocar la formación de tumores.