Los principios centrales del taoísmo son que el universo se rige o se basa en el Dao y que la no acción (o wu-wei) es el estado ideal del ser. El taoísmo tradicional también tiene Panteón de deidades capaces de prestar ayuda.
El Dao es quizás mejor descrito como una fuerza subyacente y universal que inició el universo y continúa ejerciendo una influencia a lo largo de él.
La noción de no-acción mortal, o wu-wei, se basa en la inevitabilidad del Dao, que opera en perfecta armonía y orden. Los taoístas sostienen que el ideal más elevado debería ser armonizarse y confiarse en este orden natural, adaptándose a las circunstancias en lugar de intentar intervenir.