La velocidad de la conexión a Internet se puede maximizar cambiando la configuración de DNS, contactando con el ISP y ajustando la configuración de DSL o cable. Uno de los primeros pasos a seguir es verificar la conexión a Internet mediante la prueba de las velocidades de carga y descarga . Los números deben ser similares a los reclamados por el ISP para el plan de Internet adquirido.
El tiempo que demora la carga de una página web o la descarga de un archivo depende de la configuración del servidor DNS. Estas configuraciones se configuran en forma predeterminada automáticamente, lo que significa que pueden no proporcionar el mejor servicio. La configuración se puede cambiar para que el tráfico de Internet pase por un servidor más cercano o más rápido. Si la velocidad de la conexión a Internet sigue siendo relativamente lenta, puede indicar un problema con el ISP. En este caso, haga una llamada al ISP, que puede ejecutar diagnósticos e implementar correcciones en su extremo.
Finalmente, una prueba de ajuste puede diagnosticar inconsistencias en la velocidad de conexión a Internet y sugerir cómo se pueden modificar las configuraciones de los cables para optimizar la experiencia de navegación en Internet. Este paso debe tomarse con cuidado, ya que incluso un pequeño ajuste de velocidad puede crear inestabilidad en el sistema. Si la velocidad de la conexión a Internet ya está en un nivel aceptable, puede ser mejor dejar la configuración como está.