La temperatura y el tamaño de partícula afectan la cantidad de energía cinética disponible para la difusión. La concentración de la solución, la distancia de difusión y el área de superficie de la membrana y la permeabilidad afectan la difusión neta sin afectar la energía cinética.
La difusión se produce cuando las moléculas se mueven aleatoriamente utilizando energía térmica o cinética. Las moléculas en una solución tienden a alcanzar un estado de equilibrio, distribuyéndose uniformemente. En la difusión neta, las moléculas se mueven en una dirección de concentraciones más altas a más bajas. Si una membrana separa dos áreas de diferente concentración de la sustancia, se produce una difusión neta a través de la membrana.
Las velocidades de difusión netas reflejan la velocidad para alcanzar el equilibrio, no la velocidad de las moléculas individuales. Los cambios de temperatura se correlacionan directamente con las tasas de difusión. Las temperaturas más altas aumentan la energía cinética de una sustancia, acelerando las velocidades de difusión. El tamaño de partícula afecta de manera inversa a las tasas de difusión. Las partículas más grandes requieren más energía cinética para moverse, lo que causa tasas de difusión más bajas que las partículas más pequeñas a la misma temperatura.La concentración de la solución impulsa la difusión neta. Cuanto más alto es el gradiente, más moléculas deben moverse para eliminar las diferencias, lo que aumenta la difusión neta. Las partículas más dispersas deben migrar distancias más largas antes de alcanzar el equilibrio, lo que hace que la difusión neta sea más lenta.
Las membranas tienen niveles variables de permeabilidad, ralentizando o acelerando la difusión de la red para sustancias particulares. Los organismos utilizan esta característica para controlar el movimiento de productos químicos a través de los espacios celulares.