Los cuatro enfoques de investigación son cualitativos, cuantitativos, pragmáticos y participativos. Cada uno de estos enfoques conlleva ventajas y desventajas de procedimiento únicas.
El método cuantitativo está estrechamente relacionado con la filosofía positivista y post-positivista. Implica la recopilación de datos y su transmisión en modelos numéricos que pueden evaluarse y manipularse para llegar a conclusiones sobre un determinado experimento o conjunto de datos. Pone gran énfasis en la objetividad.
La metodología cualitativa intenta sondear el significado latente debajo del comportamiento humano. Esto se logra principalmente a través de la observación y el mantenimiento de registros. Es un modelo mucho más específico que el método cuantitativo, enfocado más intensamente en obtener información aplicable a una situación dada. No transfiere su hallazgo fácilmente a entornos generalizados.
El enfoque pragmático deja de lado las consideraciones filosóficas a favor de tomar la avenida más accesible. Depende de conjeturas intuitivas y educadas sobre qué métodos proporcionarán los resultados más precisos. También a veces combina o utiliza de manera intercambiable los métodos cualitativos y cuantitativos para agilizar sus procesos.
Los modelos de investigación participativos o de promoción suelen tener motivaciones políticas y tratan de incluir las voces de los grupos oprimidos o marginados. Este método trata con el privilegio inherente del establecimiento y con la mejora de ese privilegio a través del inclusivismo.