Ejemplos de carroñeros incluyen hienas, chacales, zarigüeyas, buitres, cuervos, cangrejos, langostas y cucarachas. Muchos mamíferos, aves, vida marina e insectos consumen materia orgánica en descomposición cuando es necesario pero no exclusivamente. Los leones, leopardos y lobos cazan principalmente carne fresca, pero comen carroña si la encuentran. Los zorros y los coyotes son más propensos a comer carroña en el invierno cuando la comida escasea.
Además de cazar muertes frescas, los grandes tiburones blancos comen ballenas, peces y leones marinos muertos. Los osos negros comen carroña cuando lo encuentran, aunque son herbívoros con regularidad, y consumen frutas, nueces y bayas. Los perros carroñeros y los cuervos frecuentemente se alimentan de la matanza en el camino. Los escarabajos enterradores, las moscas azules y las chaquetas amarillas son carroñeros que consumen materia animal en descomposición. Los escarabajos peloteros comen heces.
En entornos suburbanos, zarigüeyas y mapaches asaltan botes de basura para alimentos desechados. Las gaviotas también se alimentan de basura. Algunos insectos, como las termitas, eliminan el material de las plantas muertas.
A diferencia de los animales como los elefantes, que son herbívoros estrictos, los carroñeros son muy adaptables a diferentes ambientes cambiantes. Se pueden adaptar a cualquier alimento que esté disponible y obtener buenos resultados en terrenos agrícolas, suburbanos o urbanos. Desempeñan un papel importante en el ecosistema al mantener el medio ambiente más limpio y libre de carroña. Los carroñeros descomponen el material orgánico en descomposición y reciclan los nutrientes de vuelta al ecosistema.