Según el Instituto Nacional de Medios y la Familia, los videojuegos pueden tener varios efectos negativos, incluidos aumentos en el comportamiento violento, desensibilización a la violencia, aislamiento social y disminución de la actividad física. Aunque no todos los juegos producen estos efectos negativos, muchos juegos pueden afectar a los jugadores en al menos una de estas formas, y pasar un tiempo excesivo jugando videojuegos nunca es una práctica saludable.
Education.com señala que algunos estudios sugieren que pasar tan solo 20 minutos jugando videojuegos violentos puede hacer que las personas se vuelvan menos psicológicamente sensibles a los actos de violencia. Los jugadores de videojuegos violentos pueden demostrar una menor reacción a los actos de violencia en el mundo real, lo que puede disminuir su motivación para intervenir y ayudar a detener la violencia real. También pueden experimentar inhibiciones reducidas por comportarse violentamente ellos mismos.
Jugar videojuegos también puede conducir al aislamiento social, ya que muchos juegos se juegan solos. Las personas que desarrollan una dependencia en el juego pueden estar menos inclinadas a participar en una socialización saludable en el mundo real. Además, los juegos pueden causar muchos problemas físicos. Mirar la pantalla del juego durante horas puede causar problemas de visión. La naturaleza sedentaria de los videojuegos puede llevar a problemas como la obesidad. Estar sentado en el lugar por largos períodos de tiempo también puede causar problemas físicos como el síndrome del túnel carpiano.