Los cuatro tipos principales de personalidad, o temperamentos, son sanguíneos, coléricos, melancólicos y flemáticos. Las personalidades coléricas y sanguíneas suelen ser más extrovertidas y abiertas, mientras que las personalidades melancólicas y flemáticas son introvertidas y reservadas.
Las personalidades de Sanguine son impulsivas y tienden a buscar eventos sociales y de placer. Las personas con este tipo de personalidad pueden ser olvidadizas y tener dificultades para terminar las tareas.
Las personalidades coléricas tienden a ser líderes y son apasionadas. Una cualidad negativa es la tendencia a la depresión repentina y los cambios de humor.
Las personalidades melancólicas son independientes y reflexivas, pero pueden detenerse en los aspectos negativos del mundo que las rodea.
Las personalidades flemáticas tienden a estar relajadas y mostrar afecto. También pueden ser perezosos o pasivo-agresivos cuando se trata de problemas.