Dos formas importantes de detectar a un misógino son comparar la forma en que un hombre trata a las mujeres y la forma en que trata a los hombres y observar si a veces manifiesta una personalidad de "Jekyll and Hyde" cuando interactúa con las mujeres. Tenga en cuenta, sin embargo, que los misóginos a menudo pueden ser difíciles de identificar debido a su capacidad para impresionar inicialmente a las mujeres con su encanto y carisma.
Otro factor que puede hacer que detectar a los misóginos sea un desafío es que la mayoría no posee todos los rasgos típicos. No obstante, una de las señales de que un hombre odia a las mujeres, quizás de manera inconsciente, es que rompe las promesas hechas a las mujeres pero cumple su palabra con otros hombres.
Un misógino puede romper las defensas de una mujer al ser coqueto, emocionante o humorístico al principio, pero de repente cambia de encantador a grosero y luego cambia rápidamente de grosero a irresistible. En fechas, algunos misóginos tratan deliberadamente a cada mujer de la manera exactamente opuesta a la que él sabe que ella personalmente prefiere.
Los misóginos pueden ser extremadamente competitivos en lo que respecta a las mujeres y sentirse resentidos cuando las mujeres superan sus propios logros social o profesionalmente. También pueden tener sentimientos encontrados cuando a otros hombres les va bien, pero generalmente son capaces de ver estas situaciones de manera más objetiva.
A menudo, los misóginos, sin saberlo, tratan a las mujeres de manera diferente a los hombres, tanto en el ámbito empresarial como en el social, permitiendo a los hombres libertades por las que critican a sus colegas o amigas. En casos más extremos, utilizan cualquier cosa en su poder para hacer que las mujeres se sientan miserables, obteniendo placer de la dopamina que esto libera en sus cerebros.