Los cuatro tipos de compuestos orgánicos son carbohidratos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos. Las moléculas orgánicas contienen los elementos carbono e hidrógeno, y se encuentran y fabrican en los seres vivos.
Los carbohidratos son azúcares como la glucosa, la sacarosa y el almidón. Los lípidos son grasas y por lo general no les gusta el agua, por lo que forman parte de la membrana celular para actuar como barreras para un ambiente acuoso. Las proteínas tienen una variedad de funciones y son típicamente moléculas grandes. Actúan como componentes estructurales, son importantes en la comunicación célula a célula y aceleran o catalizan las reacciones dentro de las células. Los ácidos nucleicos llevan el material genético para hacer nuevos organismos. Existen dos tipos de ácidos nucleicos en los organismos: ADN y ARN.