El concreto es una forma económica, rápida y duradera de completar muchos proyectos de construcción. Sin embargo, hay ventajas y desventajas asociadas con este material. Por ejemplo, mientras el concreto se vuelve más fuerte y más duradero con el tiempo, es susceptible al agua y a temperaturas de congelación, lo que significa que el agua puede filtrarse en las grietas y causar daños al concreto.
Hay muchos beneficios asociados con el uso de concreto en proyectos de construcción, incluido el hecho de que el material puede moldearse en cualquier forma y usarse para casi cualquier función. Si está reforzado con acero, el concreto también se puede usar para crear estructuras sólidas a prueba de terremotos. Las reparaciones se realizan fácilmente rociando material adicional sobre el concreto o rellenando grietas y divots con material nuevo. El material también se puede utilizar en lugares de difícil acceso.
El concreto es poroso, lo que lo hace susceptible a problemas de manchas y molduras. Por esta razón, muchas losas de concreto tienen un acabado similar al granito. Esto es especialmente cierto si el material se utiliza en interiores. El concreto se expande y se contrae junto con las condiciones de humedad y temperatura, lo que hace posible que se formen grietas si el concreto no se coloca utilizando juntas de contracción adecuadas. El material también es pesado, lo que lo hace poco práctico para algunos trabajos.