Los cables Ethernet son conceptualmente simples de instalar, admiten velocidades de transferencia rápidas y son bastante asequibles. Los cables Ethernet son difíciles de solucionar y requieren un gran esfuerzo para volver a configurarlos una vez instalados. Aunque los cables Ethernet están bien protegidos y ofrecen una mejor inmunidad al ruido, requieren la instalación de cables especializados para adaptarse a diferentes redes.
Otra desventaja de los cables Ethernet es que son más difíciles de instalar en entornos que requieren que se pasen a través de las paredes. La creación de una red en un complejo con varios pisos también puede requerir perforaciones a través de los techos. La tarea de ejecutar cables de un interruptor a otro y luego de una computadora a otra puede ser una tarea muy complicada para una red grande. Además, la presencia de cables sueltos puede ser frustrante e irritante para muchos.
Para los propietarios que prefieren una alternativa a los cables Ethernet, las redes inalámbricas ofrecen una segunda opción. La ausencia de cables hace que las redes inalámbricas sean una opción más ordenada. La red inalámbrica también ofrece una mayor flexibilidad: los usuarios pueden conectarse a la red desde cualquier ubicación dentro de un rango específico. Sin embargo, las redes inalámbricas son más caras y más susceptibles al ruido y las interferencias. La flexibilidad de una red inalámbrica también lo hace más susceptible al malware de un dispositivo conectado conectado.