Tres contribuciones de la cultura francesa al mundo son el vino francés, la separación de la iglesia y el estado en el gobierno y la alta moda. Muchas de las contribuciones están vinculadas a la historia única de Francia que se remonta al inicio de la nación.
El vino francés se ha considerado durante mucho tiempo como un producto de primera calidad en el mundo, y la cultura vinícola del país se puso de moda durante el gobierno romano de la provincia de Gaole. La industria vitivinícola francesa ha soportado y moldeado las técnicas de elaboración del vino en todo el mundo. Por ejemplo, usar un barril para envejecer el vino es una innovación francesa.
Otra contribución es la idea de mantener a los principios religiosos y líderes fuera de la ley gubernamental. En 1905, Francia aprobó una ley que codifica la separación de la iglesia y el estado y hace hincapié en la neutralidad religiosa del estado.
La alta moda es otra aportación francesa. París es conocida internacionalmente por la moda de alta costura y es la sede de muchas casas de moda de alta gama.