El campo de la economía utiliza una metodología científica para revelar verdades sobre su naturaleza. Los economistas a menudo realizan experimentos y utilizan herramientas científicas para elaborar análisis. Sin embargo, gran parte de la atención prestada a la economía se centra en sus aspectos no científicos.
En su núcleo, el campo de la economía trata de descubrir hechos universales básicos. Al igual que muchas ciencias, la economía tiene una base sólida en matemáticas, y se desarrolla mediante la prueba de hipótesis. En muchos sentidos, la economía puede verse como un campo de la psicología aplicada. Comprender cómo se comportan los humanos en ciertas situaciones y cómo responder a los cambios es esencial para el desarrollo del campo.
Sin embargo, a diferencia de las llamadas "ciencias duras", muchas hipótesis económicas son difíciles de probar. Los sistemas económicos son administrados por los gobiernos, y es inmoral causar daños económicos a individuos y poblaciones. Con su sólida base matemática y su dependencia del comportamiento humano, la economía separa la brecha entre los tipos más básicos de ciencia y las llamadas "ciencias blandas" como la antropología y la sociología.
Sin embargo, en los medios y en la política, los aspectos científicos del campo a menudo se ignoran. Los políticos pueden discutir la moralidad de diferentes políticas económicas y pueden hacer promesas basadas en premisas económicas defectuosas. Debido a que las políticas económicas tienen un efecto tan dramático en la vida de los votantes, los políticos pasan una cantidad considerable de tiempo desarrollando un mensaje que influye en los votantes.