Los cometas y los asteroides están compuestos de roca, polvo y escombros. Ambos también viajan alrededor del espacio en una órbita.
Los asteroides están compuestos principalmente de roca, lo que los hace más densos que los cometas. Varían en tamaño y varían desde diámetros de unos pocos pies hasta aquellos que tienen millas de diámetro. Generalmente se encuentran entre Marte y Júpiter y tienen órbitas circulares estables.
Los cometas generalmente se ubican más lejos en el espacio, generalmente más allá de Neptuno. Esto es debido a sus órbitas, que son largas y en bucle. Estas órbitas elípticas los mantienen en el espacio exterior durante largos períodos de tiempo, lo que significa que a menudo no son visibles en la Tierra a simple vista.
Los cometas están compuestos de roca y hielo, así como de productos químicos como el dióxido de carbono, el amoníaco y el metano. A medida que se acercan al sol, se calientan y algunos de estos gases, junto con el polvo y otros desechos, forman colas detrás de ellos. Los rayos del sol hacen brillar estas colas.
Los científicos consideran que los cometas y los asteroides son una descripción de una amplia gama de objetos que se encuentran en el espacio, en lugar de dos grupos distintos de objetos. Por ejemplo, se ha encontrado hielo en algunos asteroides, mientras que se han observado colas en otros, aunque no se crean de la misma manera que los cometas.