África es el hogar de una serie de serpientes altamente venenosas, entre ellas la mamba negra, la víbora y la cobra egipcia. La mamba negra puede ser la serpiente más mortal del continente africano, con una veneno tan poderoso que una sola dosis puede matar hasta 12 humanos adultos.
Desde la perspectiva del daño real causado a los seres humanos, el sumador de hojaldre es más mortal que la mamba negra. Otros ejemplos de serpientes africanas venenosas incluyen el boomslang, la víbora de Gaboon y la cobra escupidora mozambiqueña, que puede extenderse verticalmente y arrojar su veneno hasta 8 pies, lo que representa un riesgo para la vista humana.