Aunque los pit bulls, los pastores alemanes, los chow chows, los rottweilers y los dobermans a menudo se consideran las razas de perros más agresivas, cualquier perro de cualquier raza puede ser agresivo. Las investigaciones demuestran que el entrenamiento y la socialización son más importante que la raza para predecir la agresión, informa la Institución Smithsonian.
Según el Smithsonian, los investigadores descubrieron que la falta de socialización de los cachorros y el entrenamiento de obediencia es probable que resulte en un perro agresivo. Los métodos de entrenamiento basados en el dominio también están vinculados a un aumento de los comportamientos agresivos. Además de las razas ya mencionadas, las agencias de seguros a menudo consideran a los grandes daneses, presa canarios, akitas, malamutes de Alaska, huskies siberianos e híbridos de lobo como razas peligrosas. Los investigadores aconsejan entrenar a un perro temprano y bien para prevenir problemas de agresión.