La acetona es un disolvente orgánico incoloro con un peso molecular de 58.08, un punto de ebullición de 56.29 C y una viscosidad de 0.36 centipoises a 20 C. La acetona es volátil e inflamable, además de ser miscible con agua. Un tercio de los solventes del mundo están basados en acetona, y el compuesto se usa ampliamente en productos como los removedores de esmalte de uñas y diluyentes de pintura.
La acetona es un líquido incoloro que posee un olor y sabor característicos. Utilizada en la fabricación de una variedad de productos, incluidos plásticos, fibras, medicamentos y otros compuestos químicos, la acetona es tóxica en altas dosis. La acetona es un solvente aprótico polar que es capaz de producir una variedad de reacciones químicas orgánicas. El enfriamiento de acetona con hielo seco produce una solución líquida que se usa comúnmente para llevar a cabo reacciones químicas a bajas temperaturas. Fluorescente bajo luz ultravioleta, el vapor de acetona proporciona un marcador eficaz para los experimentos de flujo de fluidos.
La acetona se produce desde la Edad Media, y en 2010 se fabricaron aproximadamente 6,7 millones de toneladas de este producto químico. La acetona también es una sustancia natural que se encuentra en las plantas y los árboles. También se crea a través de procesos metabólicos normales y se encuentra dentro del cuerpo humano. Otros nombres para la acetona incluyen dimetil cetona, beta-cetopropano y 2-propanona.