Los firewalls son importantes para evitar la intrusión en la red de una empresa, pero también tienen sus inconvenientes. En particular, los firewalls pueden disminuir el rendimiento de una red. Los paquetes de datos que entran y salen de la red tienen que pasar a través del firewall para la detección; este proceso finalmente afecta la velocidad de la red. Además, los firewalls de software imponen una presión adicional sobre los recursos informáticos de la red o las computadoras individuales.
Los firewalls se dividen en dos categorías principales: firewalls de hardware y software. Estos se dividen en varios tipos, pero su función básica sigue siendo la misma, que consiste en detectar paquetes de datos para detectar posibles amenazas. Como los firewalls están diseñados para restringir el acceso a una red, existe la posibilidad de que usuarios legítimos puedan ser bloqueados. Impedir que los empleados legítimos accedan a la red de la empresa podría reducir la productividad.
Los cortafuegos normalmente se implementan con políticas estrictas. Si este es el caso, algunos empleados pueden buscar métodos de puerta trasera para acceder a la red. Además, los firewalls no ofrecen protección contra el sabotaje interno donde los empleados no éticos pueden aprovechar las lagunas de seguridad en la red. Los firewalls son una inversión costosa, especialmente para las empresas más pequeñas. Los firewalls de hardware suelen ser más caros y generalmente necesitan personal técnico permanente para instalar, mantener y supervisar su operación.