Hay una serie de causas del desempleo, pero muchos economistas clasifican la mayoría del desempleo en tres categorías diferentes: desempleo friccional, cíclico y estructural. Una serie de razones de desempleo caen en estas categorías. Los efectos del desempleo pueden ser tanto personales como nacionales.
El desempleo friccional es una forma natural de desempleo que se experimenta cuando los trabajadores se encuentran entre empleos. Después de perder un empleo, una persona se considera desempleada hasta que encuentra otro.
El desempleo estructural es causado por cambios en la industria. Si la nueva tecnología hace que un trabajo sea innecesario, o la demanda de trabajadores en un campo disminuye, los trabajadores en ese campo perderán sus empleos. Otra forma de esto es la subcontratación, en la cual las empresas cambian de trabajo a otro lugar donde los costos laborales son más bajos.
El desempleo cíclico es causado por cambios naturales en la economía. Si la economía está creciendo, se necesitan más trabajadores. Si se reduce, los trabajadores pierden sus trabajos. Durante las recesiones, las tasas de desempleo tienden a crecer.
Los efectos del desempleo son de gran alcance e incluyen altos costos para el gobierno, una reducción del poder adquisitivo de los consumidores y recesión económica. El gobierno asume costos más altos, ya que tiene que brindar seguridad a los desempleados, por lo que cuando menos personas tienen trabajo, el gobierno tiene que pagar más para apoyarlos. El poder adquisitivo tanto de los desempleados como de los que siguen trabajando disminuye, ya que los que no tienen empleo no pueden pagar los bienes, mientras que los que están empleados enfrentan mayores impuestos e incertidumbre económica. La combinación de una fuerza laboral reducida y un gasto reducido puede llevar a la recesión.