Mercurio es el planeta más pequeño del sistema solar y es solo un poco más grande que la luna de la Tierra. El planeta más cercano al sol, Mercurio toma solo 88 días terrestres para completar una sola órbita.
Mercurio es un planeta pequeño y rocoso sin lunas ni anillos. Debido a su proximidad al sol, las temperaturas de la superficie en Mercurio pueden alcanzar hasta 840 grados Fahrenheit. El mercurio no posee una atmósfera verdadera, pero tiene una exosfera formada por átomos que han sido expulsados de la superficie del planeta por la radiación solar. Esta exosfera es demasiado delgada para retener el calor, por lo que las temperaturas pueden caer a -275 Fahrenheit por la noche, lo que resulta en el mayor cambio en la temperatura de la superficie de cualquier planeta del sistema solar.
Mercurio posee un núcleo metálico y un campo magnético activo, aunque este campo es solo un 1% tan fuerte como el campo magnético de la Tierra. Un asteroide de aproximadamente 60 millas de ancho golpeó el planeta hace unos 4 mil millones de años creando la Cuenca Caloris, un cráter de impacto más grande que el estado de Texas. En 2012, el hielo de agua fue descubierto por la sonda Messenger de la NASA. Este hielo se encuentra en los cráteres de Mercurio alrededor de su polo norte, una región que se cree que está protegida permanentemente del calor del sol.