Una buena escuela de danza debe tener un entorno centrado en la danza, un buen instructor de danza con las calificaciones necesarias y un pequeño número de estudiantes en cada clase. Además, una buena escuela de danza debe tener como objetivo ayudar al el progreso del alumno en el baile, debe tener una pista de baile bien mantenida con cojines para proteger a los alumnos de lesiones durante el baile, y debe tener objetivos realistas para los alumnos en función de su etapa de baile.
Un ambiente de aprendizaje centrado en el baile facilita el éxito e incluye un estudio de baile amigable que está bien equipado, un personal escolar amigable y entornos limpios que se mantienen y aseguran adecuadamente. Las salas de baile con suficiente espacio, espejos de pared y ventilación adecuada también proporcionan un ambiente de aprendizaje propicio para los bailarines. Además, un buen ambiente debe contar con un espacio adecuado para cambiarse de ropa y otras comodidades, como agua y habitaciones adecuadas para descansar.
Un profesor de baile calificado enseña a los estudiantes buenos hábitos de baile y técnicas de baile adecuadas. El profesor debe poseer un título en danza de una institución certificada y una buena experiencia en danza de una compañía de danza profesional. Debería haber sido certificado, lo que le permite enseñar danza. Un pequeño tamaño de clase permite al instructor observar e instruir a cada alumno individual de cerca, asegurándose de que cada alumno reciba instrucción específica centrada en sus necesidades.