¿Cuáles son el tema y el simbolismo en "Los rivales" de Sheridan?

Algunos de los temas destacados de "The Rivals" tienen que ver con el artificio, el amor, el cortejo y la insensatez. En particular, Sheridan toca los temas que el artificio es inefectivo, que el verdadero amor y el noviazgo a menudo entran en conflicto, y que todos los personajes actúan como tontos a pesar de su inteligencia. Además, muchos de los personajes sirven como símbolos de grupos sociales.

Artifice se ve en toda la obra. Inicialmente, ninguno de los personajes se presenta como quienes realmente son. Jack, el personaje principal, se disfraza de Alférez cuando no es verdaderamente pobre para ganarse el amor de Lydia. La Sra. Malaprop amplía su vocabulario con palabras impresionantes para hacerse parecer más culta. Sin embargo, todas estas tácticas son finalmente reveladas; Jack finalmente se ve obligado a confesar su verdadera identidad, y el mal uso que hace la señora Malaprop de las palabras que emplea revela su naturaleza inculta.

En este juego aparecen los matrimonios arreglados y el amor verdadero. El Capitán Jack está enamorado de Lydia y la corteja activamente. Sin embargo, cuando su padre propone un matrimonio arreglado, Jack se rebela contra esta ruta convencional, aunque su prometida es, de hecho, Lydia. La negativa de Jack a aceptar el matrimonio arreglado de su padre y las medidas extremas a las que tiene que recurrir para atraer la atención de Lydia y diferenciarse de otros pretendientes muestran cuán inherentemente ridículo es el sistema de cortejo en contraste con la sencillez del verdadero amor. >

El tema de la tontería se ve en todos los personajes a lo largo de la obra. Sheridan crea personajes que son complicados y logrados, pero al mismo tiempo, a menudo parecen tontos. Lydia, por ejemplo, parece ser inteligente y bien leída. Sin embargo, está tan interesada en sus novelas sentimentales y románticas que casi pasa por alto a un caballero que tiene todas las cualidades que uno desearía normalmente solo porque no se parece a los pretendientes pobres de sus novelas.

Muchos de los personajes, aunque son complejos por derecho propio, a menudo representan clases sociales completas de la época. La señora Malaprop, por ejemplo, representa a toda una clase de personas provinciales que tratan de imitar a los ricos.