René Magritte fue influenciado por otros artistas, incluidos Jean Metzinger y Fernand Leger, durante su trabajo inicial, y Giorgio de Chirico más adelante. Magritte también se inspiró en un grupo de surrealistas, entre ellos Andre Breton, Max Ernst y Salvador Dali.
Magritte fue profundamente influenciada por dos personas y eventos en su infancia. Uno fue un encuentro con un artista pintando en un cementerio, que lo imbuyó de un sentido de la magia. La otra gran influencia fue el suicidio de su madre al ahogarse cuando tenía solo 14 años. Según la leyenda, Magritte fue testigo de la recuperación del cuerpo de su madre del río, y la imagen de su rostro cubierto se repitió en la obra del artista durante toda su vida.