Los tratamientos para la parálisis bulbar progresiva incluyen dispositivos de asistencia para ayudar con el habla y tubos de alimentación para mejorar la nutrición, según los Institutos Nacionales de la Salud. Otros tratamientos incluyen medicamentos que tratan los síntomas de la parálisis bulbar, como problemas para dormir, dolor, babeo, espasmos musculares y debilidad.
Los médicos a menudo recetan medicamentos relajantes musculares para reducir la espasticidad en pacientes con parálisis bulbar, señala el NIH. Los médicos también pueden recomendar inyecciones de toxina botulínica para tratar el babeo, los espasmos de la mandíbula o la salivación excesiva que causa la enfermedad. Los medicamentos para el dolor, incluidos los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, ayudan a aliviar el dolor causado por la parálisis bulbar, aunque los medicamentos más fuertes, como la morfina u opiáceos, a menudo son necesarios a medida que avanza la enfermedad.
La rehabilitación y la terapia física a menudo ayudan a disminuir la atrofia y debilidad muscular, previenen la inmovilidad articular y mejoran la postura del paciente, informa el NIH.