El tratamiento para la hepatitis alcohólica requiere detener el consumo de alcohol para evitar daños adicionales al hígado y revertir potencialmente el daño hepático existente. Los médicos también pueden prescribir medicamentos para reducir la inflamación en el hígado y mejorar la función hepática. Los pacientes malnutridos a veces requieren suplementos vitamínicos y minerales, afirma Healthline.
En los casos en que el hígado está gravemente dañado, los pacientes con hepatitis alcohólica pueden requerir un trasplante de hígado, señala Healthline. Los síntomas de la hepatitis alcohólica incluyen pérdida de peso, cambios en el apetito, sequedad de boca, fatiga y coloración amarillenta de la piel. La perspectiva a largo plazo para los pacientes con hepatitis alcohólica depende de la extensión del daño hepático y de si el paciente deja de beber alcohol o no.