Según Women's Health, el champú está compuesto por un 80 por ciento de agua, que sirve como portador de los muchos ingredientes diferentes que producen el champú. La mayoría de los champús contienen lauril sulfato de sodio, laureth sulfato de amonio o lauril sulfato de amonio como agente de limpieza principal.
Los otros ingredientes importantes incluyen el cloruro de sodio (sal), que afecta la viscosidad del champú, el diestearato de glicol o el estearato de glicol, los cuales son ceras que le dan brillo al champú y lo ayudan a fluir fácilmente de la botella, las fragancias y los conservantes. El champú contiene muchos otros ingredientes, cada uno destinado a tener un efecto específico en el cabello.
WebMD dice que los diferentes champús están formulados para tipos de cabello específicos y aconseja a las personas leer la etiqueta y elegir el champú adecuado para su tipo de cabello. Algunos ingredientes de champú pueden causar problemas de salud en los usuarios. Estos incluyen alérgenos que causan alergias de contacto y otros que pueden interferir con el desarrollo de neuronas.
Se han desarrollado champús especializados para satisfacer las necesidades específicas de los usuarios. Estos incluyen: champú anticaspa, champú protector del color del cabello, champú sin gluten, champú orgánico, champú para bebés y champú para animales (mascota). Algunos de los primeros usos del champú han sido en Indonesia y la India, donde utilizaron cenizas y agua para crear un jabón básico.