Los ejemplos de energía térmica incluyen estufas eléctricas, secadores de pelo, un lápiz recién afilado y rayos solares. El calor, o energía térmica, generalmente se convierte de energía mecánica, eléctrica o química.
La tierra y sus habitantes están formados por energía, átomos y moléculas. Los átomos y las moléculas están en constante movimiento, y cuando chocan entre sí, las colisiones crean energía térmica, que está presente en toda la materia. Cuando las moléculas se mueven más rápido y aumenta el número de colisiones entre ellas, también aumenta la energía térmica. Un ejemplo común es frotar un lápiz rápidamente entre dos manos o afilar un lápiz. Este movimiento hace que el lápiz se caliente o incluso caliente.