El queroseno es un tipo de combustible inflamable que se quema comúnmente como fuente de energía para estufas, linternas, combustibles para aviones y hornos. También se usa como ingrediente principal en soluciones de insecticidas y varias grasas. El queroseno se deriva principalmente del petróleo, pero en un momento, también se hizo con alquitrán de carbón y aceites de esquisto. Puede aparecer incoloro o amarillo pálido y tiene un olor único.
La Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. explica que el keroseno se utilizó ampliamente en América del Norte a mediados del siglo XIX y en el siglo XX hasta que el uso de la electricidad se convirtió en la fuente de energía predominante. Sin embargo, el queroseno aún es muy utilizado en países en desarrollo que aún no cuentan con la infraestructura avanzada disponible para respaldar el uso común de electricidad. Muchas personas en África, Asia y América Latina todavía usan queroseno para cocinar, calentar e iluminar, y se estima que 7.6 billones de litros de queroseno se usan anualmente en todo el mundo. Los ambientalistas están presionando para que estas naciones reduzcan el uso de queroseno y cambien a alternativas energéticas más ecológicas, como la energía solar y eólica. Varias complicaciones de salud son causadas por el uso excesivo de queroseno, incluyendo cáncer de pulmón, neumonía, tuberculosis, asma, cataratas y bajo peso al nacer.