Los efectos negativos potenciales de los chismes incluyen depresión, pensamientos suicidas, trastornos de la alimentación y ansiedad. Puede devastar la autoestima y la autoestima del objetivo. Los chismes pueden arruinar la reputación y las amistades, y también pueden llevar a la agresión relacional, como la intimidación, la exclusión y el rechazo.
La mayoría de las veces el chisme es tan negativo que los chismes lo comparten solo en ausencia del objetivo. Los chismes afectan negativamente al oyente, y puede influir en las personas para desconfiar de alguien después de escuchar que es abusivo, infiel, deshonesto, agresivo o que tiene una enfermedad.
Algunos chismes incluyen información necesaria, como cuando una madre le dice a su hija que cierta niña es adicta a las drogas, lo que le da razones para evitar ese tipo de comportamiento. Sugerir a un amigo que un determinado consejero parece menos confiable que otros puede ser útil para la persona que busca un consejero.