Algunos refranes de cumpleaños sobre la colina emplean un enfoque cómico, lanzando zingers de buen carácter y relacionados con la edad al invitado de cumpleaños. El humor a menudo se basa en el envejecimiento del cuerpo humano, el deterioro que se produce con el envejecimiento y el simple paso del tiempo. Por ejemplo, la comediante clásica Phyllis Diller sabe que es vieja porque "Mi espalda se afloja más que yo", y Bob Hope lo dijo en las celebraciones de cumpleaños de las personas mayores: "Las velas cuestan más que el pastel".
Otros dichos de cumpleaños sobre la colina operan desde una perspectiva más sincera, optimista y edificante. Proporcionan palabras alentadoras y mensajes de esperanza, como el argumento de que no estás en absoluto en la cima; en cambio, "estás en la cima". O el punto de vista de Betty Friedan de que el envejecimiento no tiene que ver con la "juventud perdida", sino que es una "Nueva etapa de oportunidad y fortaleza".
Algunos dichos de cumpleaños enfatizan el otro lado de estar sobre la colina, a diferencia del hito en sí. Como la creencia de Shakespeare sobre la mediana edad que dice: "La edad de oro está ante nosotros, no detrás de nosotros", o la advertencia de Arthur Schopenhauer de que una vez que haya pasado la colina, "comience a ganar velocidad".
Los dichos de cumpleaños sobre la colina a veces adoptan un enfoque poético o filosófico. Por ejemplo, Mark Twain creía que el envejecimiento era un caso de mente sobre materia, y aconsejaba: "Si no te importa, no importa". Jules Renard sabía que era menos acerca de la edad que tenías y más sobre "Cómo eres viejo", y Dylan Thomas alentó a los lectores a resistir la oscuridad de la vejez y "Rage contra la muerte de la luz".