Un hecho sobre el fertilizante es que proporciona a las plantas nutrientes, principalmente nitrógeno, fósforo y potasio, que son esenciales para su crecimiento y desarrollo. Otro hecho es que el fertilizante mejora las capacidades de retención de agua y de aireación del suelo.
El fertilizante contiene aditivos que aumentan el crecimiento de las plantas. Los principales ingredientes de cada fertilizante proporcionan beneficios funcionales para ayudar al desarrollo de la planta.
El nitrógeno es necesario para el crecimiento de las hojas y suministra a las plantas las proteínas necesarias para crear tejidos. El nitrógeno es abundante en la atmósfera, pero existe en una forma que las plantas no pueden usar. El fertilizante es necesario para dar a las plantas el nitrógeno que necesitan.
El fósforo ayuda a las plantas a crecer las raíces y aumenta el tamaño de las semillas. Ayuda a las plantas en la transferencia de energía y les da ventaja cuando llega el momento de producir flores y frutas.
El potasio fortalece los tallos de las plantas, lo que ayuda a transportar el agua. Este nutriente también mejora la resistencia a las enfermedades, ayuda a las plantas a producir carbohidratos y regula las actividades metabólicas dentro de las plantas.
El suelo a menudo carece de los ingredientes y propiedades necesarios que necesitan las plantas para prosperar. Este efecto se amplifica en el suelo que se ha utilizado anteriormente. Las plantas absorben los nutrientes del suelo y lo dejan menos fértil con cada uso. El fertilizante reemplaza los nutrientes en el suelo y lo ayuda a retener la humedad.
Demasiado fertilizante es perjudicial y causa la quema de fertilizantes debido a la alta concentración de nitrógeno. La baja cantidad de nitrógeno disponible para las plantas hizo que desarrollaran una tendencia a absorber la mayor cantidad de nitrógeno posible. Las plantas incluso hacen esto a expensas de otros nutrientes, por lo que evitar la fertilización excesiva es obligatorio para mantener la salud de la planta.