El beneficio más convincente de un sistema empresarial es que permite la colaboración y la eficiencia entre los departamentos de una organización. La importante inversión que a menudo se requiere en infraestructura y procesos organizativos, junto con la carga de la planificación estratégica y el trabajo en equipo entre organizaciones, son desafíos.
Cuando tiene éxito, la implementación de un sistema empresarial ofrece el potencial de grandes ventajas competitivas. Las organizaciones pueden superar a los competidores con una utilización más eficiente de los recursos, una mejor gestión general de las relaciones con los clientes y una mayor eficiencia operativa. Algunas compañías tienen un sistema que conecta las previsiones de ventas con los presupuestos de producción y el inventario de materiales, por ejemplo.
Los sistemas empresariales están controlados por plataformas de software. La creación de una infraestructura óptima, incluida la solución de software adecuada, es una inversión importante para muchas empresas. Poner el sistema correcto en su lugar desde el principio es una preocupación. Algunas empresas no se toman el tiempo para planificar estratégicamente desde el principio, lo que aumenta los riesgos de una mala inversión. Otros no se involucran en la planificación estratégica de suficientes líderes de departamento o crean una estrategia fallida. Incluso con una estrategia cuidadosa, la implementación de un sistema que alinee la tecnología con la participación de todos los trabajadores en toda la organización es un obstáculo. Una cultura de colaboración aumenta las posibilidades de éxito, pero también son necesarios flujos claros de comunicación y trabajo.