Una clave principal es un identificador único para un objeto discreto en una tabla, y una clave secundaria proporciona un segundo punto de referencia para los objetos cuyas claves primarias no los distinguen adecuadamente para fines de referencia. Los dos son vitales para las funciones de las bases de datos, listas de tablas y otras herramientas de archivo.
Hay varios ejemplos de claves principales, incluyendo:
- Apellido único
- número de seguridad social
- nombre de usuario en línea
Estas teclas permiten el tratamiento exclusivo de objetos en una tabla mediante algoritmos de búsqueda y otros programas, así como también mediante búsquedas de referencia en humanos. Sin claves primarias fuertes, los objetos podrían etiquetarse erróneamente como idénticos o hacer que las bases de datos sean imposibles de buscar de manera efectiva. Las cadenas de números únicos generados dentro de un conjunto numérico predeterminado son las claves primarias más comunes, y son utilizadas por todos, desde proveedores de seguros hasta bibliotecarios de referencia.
Ejemplos de claves secundarias incluyen:
- número de dirección de la calle
- número de teléfono
- segundo nombre
En el caso de que una clave principal no sea suficiente para distinguir un objeto, se puede usar una clave secundaria para hacer que ese objeto sea único. Se procesa y clasifica en relación con una clave principal, aclarando los términos de búsqueda para que solo aparezcan los resultados deseados cuando se consulta una tabla. Esto crea bases de datos más claras y limpias.
Algunas claves, llamadas claves externas, son objetos en una tabla determinada que funcionan como claves para tablas adicionales completas. Estas claves se utilizan junto con las claves principales para optimizar el tamaño de la base de datos y almacenar información relevante sin redundancia. Una buena comprensión de las claves es el primer paso para crear una tabla utilizable.