A partir de 2015, algunos animales que se han extinguido en los últimos 100 años incluyen el sapo dorado, la tortuga de la isla Pinta y el tigre Caspio. Aunque ninguno de estos animales existe como poblaciones separadas, su genética, en algunos casos, vive dentro de subespecies relacionadas.
El sapo dorado fue un animal común en toda su área de distribución en Costa Rica, y sus sitios de reproducción eran bien conocidos, lo que permitía a los científicos monitorear de manera confiable la población de la especie. Sin embargo, para 1988, solo quedaban unas pocas parejas reproductoras. Desde 1989, se considera extinto.
La tortuga de la Isla Pinta se declaró extinta en 2012. El último animal sobreviviente se llamó Lonesome George y formó parte de un programa de cría que en última instancia no tuvo éxito y comenzó en la década de 1970.
El tigre caspio fue avistado por última vez en la naturaleza a principios de los años setenta. Se considera extinta, pero los científicos tienen la esperanza de que la subespecie pueda reintroducirse en la región del Mar Caspio, debido a su estrecha relación genética con la subespecie Amur viva. Los tigres de Amur y Caspio están tan estrechamente relacionados que algunos los consideran la misma subespecie.