La mejor manera de dar la bienvenida a nuevas personas a una iglesia es simplemente comenzar de manera amistosa, aprender sus nombres, hacer contacto visual y contarles sobre la iglesia en sí. Familiarícese rápidamente con personas clave dentro de la iglesia y preséntelos al pastor o sacerdote, si es posible.
Cuando las personas visitan una iglesia por primera vez, a menudo se sienten nerviosas, sin saber qué esperar, y probablemente saben muy poco de lo que se trata la iglesia. Para dar la bienvenida a alguien a la iglesia, es mejor abordar estos temas de manera amable y gentil. Si los visitantes son algo críticos con la iglesia, no se la tomen en serio. Aproveche cualquier oportunidad que tenga para mostrar la buena voluntad de la iglesia, quizás deles un recorrido u oferta para almorzar juntos. Asegúrese de obtener sus nombres o haga que llenen una tarjeta de contacto en uno de los boletines de la iglesia, ya que las llamadas de seguimiento son formas poderosas de garantizar una visita de la familia o persona. Si la conversación lo requiere, siéntase siempre libre de presentar algunas de las enseñanzas centrales de la iglesia. Alejarse de las controversiales ideas teológicas a menos que el visitante parezca cómodo.