La insonorización, el enmascaramiento y la desactivación de dispositivos ruidosos son todas formas de evitar la contaminación acústica. Cancelar las ondas sonoras con ondas opuestas similares también puede ayudar a mantener a raya la contaminación acústica.
La insonorización es una de las mejores formas de prevenir la contaminación acústica. Las alfombras y los tapetes pueden ayudar a evitar que el sonido vibre a través de las tablas y muebles, como las estanterías, y las puertas pesadas pueden amortiguar el ruido que entra por las paredes. Las ventanas tienden a dejar mucho sonido dentro y fuera de las habitaciones; por lo tanto, los paneles de ventana y las cortinas de alta calidad pueden ayudar a reducir significativamente la contaminación acústica.
Las personas pueden enmascarar la contaminación acústica entrante con sonidos más agradables. El aire que corre a través de los ventiladores o el agua que corre por las fuentes puede mantener a raya el ruido. Las máquinas de ruido blanco también pueden ayudar a enmascarar la contaminación acústica.
Los dispositivos electrónicos pueden producir mucho ruido, y aunque ese ruido no es muy alto, puede crear mucha tensión. Apagar los aparatos electrónicos no utilizados, como televisores o computadoras, ayuda a reducir la contaminación acústica.
Las personas pueden usar dispositivos de cancelación de ruido o auriculares para bloquear la contaminación acústica. Estos utilizan señales para cancelar las ondas de sonido. Los ingenieros también pueden usar esta tecnología a escala industrial; por ejemplo, los pequeños altavoces vibradores pueden ayudar a cancelar el ruido de los motores en las cabinas y cabinas de los aviones.